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jueves, 19 de julio de 2012

Formar y Comunicar en Salud y Seguridad Laboral Una Tarea Indispensable Para Disminuir el Alto Índice de Accidentes y Las Enfermedades Laborales.


Por: Ronald Marrero.
En Venezuela, a pesar de los grandes logros y avances que ha tenido la salud y la seguridad laboral con la reforma de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT) y el nacimiento del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL), sigue existiendo una realidad irrefutable que nos impacta de manera cotidiana y es el desconocimiento de los trabajadores y trabajadoras, de los riesgos ocupacionales a los que están expuestos en su lugar de trabajo, así como las causas que los originan, las consecuencias que generan y sus formas de prevención y control.
Esto sucede, aunque a nivel jurídico en el país hay una amplia normativa que obliga a los empleadores (as), tanto públicos como privados a informar de los riesgos laborales y más aún a formar a los trabajadores (as) en materia de prevención, salud, seguridad y medio ambiente de trabajo. La jurisprudencia a la que hacemos referencia y que obliga a los empleadores a dar formación y notificar los riesgos a los trabajadores es la siguiente, el convenio 155 que firmó la nación con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que tiene rango constitucional, además de los artículos 53, 56, 58, de la Lopcymat, sumados a los artículos 12 y 82 del Reglamento Parcial de la Lopcymat, además del capítulo 3 de la Norma Técnica 01-2008 del INPSASEL y el artículo 862 del Reglamento de las Condiciones de Higiene y Seguridad en el Trabajo.
Como se puede ver es bastante amplio el marco jurídico, que obliga a informar y a formar a los trabajadores (as) en materia de salud y seguridad laboral, sin embargo esto realmente no se cumple en los centros de trabajo a menos que los mismos sean visitados por el INPSASEL y este organismo lo exija a través de ordenamientos legales y con la amenaza de implementar la parte punitiva de la ley, si los empleadores no cumplen con los mandatos que emana la institución.

Otro de los graves problemas que enfrentan los trabajadores (as), es que una vez que las empresas se ven obligadas a cumplir con las normativas de salud, seguridad y medio ambiente de trabajo que ordena la ley, los y las empleadoras, contratan a servicios técnicos y de asesores, que muchas veces no están en capacidad de dar respuesta a las verdaderas necesidades de los trabajadores y se termina, sin informar, ni formar, realmente a quienes laboran en la empresa, mientras que en otros casos estos servicios son totalmente deficientes e inadecuados.
Ahora bien, si es cierto que esto no sucede siempre ya que hay profesionales muy capaces y muy bien formados en el área que dan lo mejor de sí, para dar un buen servicio y para salvaguardar la salud, la seguridad y la vida de los trabajadores, también es cierto que hay muchos servicios técnicos y asesores a los que sólo les interesa el dinero y profesionalmente no tienen las condiciones para ofrecer un buen trabajo en la materia.
Sin embargo, a pesar de esta realidad comentada en el párrafo anterior, es irrefutable que para poder proteger de forma eficaz la integridad física y mental de los trabajadores (as) y además garantizar unas condiciones óptimas de salud, seguridad y medio ambiente en los puestos de trabajo, es necesario la organización y generación de una serie de herramientas formativas e informativas, que permitan al trabajador (a) reconocer y determinar la existencia de los riesgos laborales, además darle una valoración adecuada a los mismos y que esa formación les permita también tomar las medidas a adoptar, para eliminar los riesgos si es posible y si no reducirlos al mínimo.
Es por este motivo, que surge la necesidad del estudio de otros aspectos en el campo de la prevención de la salud laboral, aspectos que se deben centrar por un lado en la mejora de la organización del trabajo y la buena supervisón y por otro en la participación activa y protagónica de los trabajadores en el proceso de la salud, la seguridad y el medio ambiente de trabajo para que el mismo sea más eficaz y a la vez más eficiente.
Debemos recordar que la salud laboral en Venezuela, es un problema de salud pública donde las últimas cifras publicadas en el año 2006, hablan de un promedio de 449501, accidentes laborales por año, con un saldo de 43125 personas discapacitadas de manera temporal o permanente en un año y 2344 muertes ocasionadas por accidentes y enfermedades laborales en un año. Para ratificar más lo expuesto podemos citar también los datos del anuario del año 2006 del Ministerio Popular Para La Salud, donde se informa que los accidentes laborales “constituyen la cuarta causa de muerte en el país si se ubican dentro de los accidentes en general”2. Lo que deja ver la enorme problemática a la que nos referimos en este artículo.
Ahora bien, podemos asumir que la falta de formación de los trabajadores, o simplemente el desconocimiento de la necesidad de impulsar y mantener una cultura de prevención y seguridad por parte de los empleadores, que ayude a eliminar o en su defecto minimizar los riesgos laborales, acrecenta la situación comentada arriba, situación que afecta de manera negativa, al trabajador, al empleador, al Estado y la sociedad.
Decimos que el accidente y la enfermedad laboral afectan a la sociedad en su conjunto, dado que al analizar las consecuencias de una accidente de trabajo vemos el nivel de afectación que tiene el mismo enorme, entre ellos podemos nombrar las siguientes consecuencias para el empleador, pérdidas a nivel de producción, pérdidas a nivel maquinarias y equipos, pérdida por reparación y cambio de equipos y entrenamiento del nuevo personal, pérdidas por gastos jurídicos y médicos, entre otros, como consecuencias para el trabajador podemos citar, lesión que puede ser temporal o permanente y en el peor de los casos la muerte, pérdidas económicas, desorden y estrés familiar, altos niveles de depresión, para el Estado enormes gastos a nivel médico, cobertura del seguro social, gastos por diferentes niveles de asistencia al trabajador y su familia y para la sociedad, problemas de violencia, poca producción, niveles de depresión y falta de producción por estrés psicológico, en el entorno de la persona accidentada o que posee una enfermedad laboral. 3

Toda esta problemática, puede minimizarse con un programa de formación y comunicación en el tema de prevención de riesgos en salud y seguridad laboral, que avance hacia la consolidación de una cultura de prevención de accidentes y enfermedades laborales en las empresas y centros de trabajo. Para lograr esto, se necesita formar liderazgo participativo y protagónico de los trabajadores en esta materia, a su vez deben participar e intervenir los empresarios y el estado, para lograr la implementación de esta política preventiva en salud y seguridad laboral a través de todos los actores que intervienen en ella, es decir debemos impulsar una política de salud pública que de respuesta a esta situación. Pero inevitablemente el papel preponderante en estos cambios radica en los trabajadores.
Marco Marchioni lo plantea de la siguiente manera, “Está claro que solamente una política social que apunte claramente a la prevención puede ser no asistencial, porque la prevención teóricamente apunta a las causas de los problemas y no a las consecuencias.... y nunca se podrá realizar un verdadero cambio sin la participación de las personas interesadas”4. Entonces queda claro que no habrá un cambio en materia de prevención en salud y seguridad laboral, sin la participación activa y portagónica de los trabajadores y trabajadoras.
Ahora bien abordar estos aspectos de participación y acción de los trabajadores y trabajadoras en el más amplio sentido, significa ubicar la labor promocional, de formación y preventiva en un plano donde los trabajadores dejen de ser sujetos pasivos y se conviertan en sujetos activos capaces de controlar, vigilar y regular las condiciones de riesgo a las que están expuestos en sus lugares de trabajo y más aún que a través de su organización y movilización, obliguen a las autoridades a generar una política amplia de prevención en materia de salud y seguridad en el trabajo, que impacte todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Para esto se debe impulsar un proceso inmediato de formación y aprendizaje en esta materia, entendiendo claro está que todo proceso de enseñanza-aprendizaje implica un proceso de comunicación entre los actores que se involucran en el mismo. De los modos como se asuman dichos procesos dependerá la construcción del conocimiento y del aprendizaje que se generen en los trabajadores y trabajadoras. Si las personas involucradas en el problema participan y se hacen protagonistas de los cambios que se necesitan cambiara la situación, es decir, se trata de motivar, de convocar a los trabajadores para que generen soluciones y propuestas para mejorar los procesos de salud trabajo.
Ahora bien, los trabajadores (as) luego de recibir la formación necesaria en materia de salud y seguridad laboral tendrán las ventajas y los recursos necesarios para tomar decisiones a favor del bienestar de ellos y de sus compañeros de labores, debido a que en sus manos ya tienen el conocimiento y de esta manera pueden prevenir enfermedades y accidentes laborales, mejorar su calidad de vida y su medio ambiente de trabajo y lo que es mejor, pueden ser los portavoz y futuros promotores de programas formativos que multipliquen los esfuerzos de prevención en la materia.
El investigador ecuatoriano Oscar Betancourt (1995), afirma que “el principal objetivo de la educación y capacitación es ofrecer a la población trabajadora algunos elementos para que pueda alcanzar la salud mediante la participación activa en todos los niveles. La educación sanitaria comienza por el interés de los trabajadores por el mejoramiento de las condiciones de vida y esta dirigida a elevar el nivel de conciencia y participación autárquica para la transformación de las condiciones de vida, trabajo y salud de ellos y sus familias”.5
Para el investigador arriba citado, la educación y la capacitación permanente en salud de los trabajadores debe dirigirse a amplios sectores de la sociedad, entre ellos nombra:
  • A todos los niveles de la enseñanza.
  • A todos los que trabajen en el área de salud.
  • A los trabajadores y trabajadoras.
  • A los sectores que trabajan directamente en el tema de salud y seguridad laboral.
  • A los políticos, sindicalistas, delegados de prevención, entre otros.
Por esto es de enorme importancia el desarrollo y la creación de campañas comunicacionales y formativas, que promuevan una cultura de prevención en materia de salud y seguridad en el trabajo que ayuden a minimizar el alto índice de accidentes y enfermedades laborales que hay en el país.
La combinación de la comunicación con la formación en salud y la seguridad laboral implica el uso de herramientas comunicacionales y tecnológicas como lo son la televisión, la radio, la prensa, los panfletos, las herramientas multimedia, entre otras, con la finalidad de difundir la información sobre salud, seguridad, medio ambiente de trabajo y calidad de vida, al mayor universo de trabajadores y trabajadoras, en pro del avance de la prevención y de la toma de conciencia en este tema. En Palabras de García y Carreras, “La educación para la salud es toda actividad libremente elegida que participa en un aprendizaje de la salud o de la enfermedad, es decir, es un cambio relativamente permanente de las disposiciones o las capacidades del sujeto. Una educación para la salud, eficaz, puede así producir cambios a nivel de los conocimientos, de la comprensión o de las maneras de pensar, puede influenciar o clarificar los valores; puede determinar cambios de actitudes y de creencias; puede facilitar la adquisición de competencias; incluso puede producir cambios de comportamiento o de modos de vida...La educación para la salud es un proceso planificado y sistemático de comunicación y de enseñanza aprendizaje orientado a hacer fácil la adquisición, elección y mantenimiento de las prácticas saludables y hacer difíciles las prácticas de riesgo”
Por ésto es de suma importancia, que se entienda y se promueva la comunión que debe existir entre los procedimientos de formación, de comunicación y las políticas de prevención, poniendo como principal protagonista de estos procesos a los trabajadores y trabajadoras, para que los mismos sean los garantes de los cambios que se necesitan, como principales protagonistas y afectados en este tema.
Sólo a través de la formación, organización, la participación protagónica y activa de los trabajadores y trabajadoras, cambiara la situación de la salud laboral en el país, la puesta en marcha de campañas comunicacionales y formativas para ayudar a minimizar los riesgos ocupacionales, es y debe ser una tarea de todos los trabajadores pero en especial de los delegados (as) de prevención, desde el mismo momento que como trabajadores tomemos conciencia de esto y promovamos e impulsemos estos procesos formativos y comunicacionales, comenzaremos a cambiar la realidad de la salud, la seguridad y el medio ambiente laboral en el país.

1 Fuente. Cuadro estadístico del libro delegados de prevención lopcymat y derecho en salud de los trabajadores. Marrero R. 2011. Editorial Panapo.
2 Anuario del Ministerio Popular Para la Salud, año 2006.
3 Hacia un proceso de integración de las personas con discapacidad en el mundo laboral en Venezuela. Marrero R. 2007.
4 Marchioni M. Planificación Social y Organización de la Comunidad, Alternativas Avanzadas a la Crisis. Editorial Popular 2004
5 La salud y el trabajo: reflexiones teórico-metodológicas monitoreo epidemiológico atención básica en salud. Centro de Estudios y Asesoría en Salud (CEAS), 1995.
6 Educación para la salud: La apuesta por la calidad de vida. Garcia A, Carreras J, Escarbajal A. Editorial Arán. Año 2000.
2
Anuario del Ministerio Popular Para la Salud, año 2006,
3Hacia un proceso de integración de las personas con discapacidad en el mundo laboral en Venezuela. Marrero R. 2007.
4Marchioni M. Planificación Social y Organización de la Comunidad, Alternativas Avanzadas a la Crisis. Editorial Popular 2004
5La salud y el trabajo: reflexiones teórico-metodológicas monitoreo epidemiológico atención básica en salud. Centro de Estudios y Asesoría en Salud (CEAS), 1995.